Siempre tengo miedo de perder a los demás, pero nunca he pensado en quién en este mundo podría tener miedo de perderme a mí. Resulta que lo más doloroso no es la soledad, sino darse cuenta de repente de que mi existencia no es tan importante para los demás.
Ver originales
Esta página puede contener contenido de terceros, que se proporciona únicamente con fines informativos (sin garantías ni declaraciones) y no debe considerarse como un respaldo por parte de Gate a las opiniones expresadas ni como asesoramiento financiero o profesional. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más detalles.
Siempre tengo miedo de perder a los demás, pero nunca he pensado en quién en este mundo podría tener miedo de perderme a mí. Resulta que lo más doloroso no es la soledad, sino darse cuenta de repente de que mi existencia no es tan importante para los demás.